martes, 23 de noviembre de 2010

07: Empiezo a quererle.


Luego del relajante baño me conecto al msn un momento. Estan conectadas todas las chicas. Es sabado, 13:00 de la tarde. Mis padres se han levantado y se han ido de comida con unos amigos. Os lo dije vivo sola.
Volviendo al msn hablo con Lucia, le resumo como se encuentra Sofia y me habla Laia, a lo que hago exactamente lo mismo.
Quedamos a las 19:00 en mi casa, ya que estare sola, me despido y cierro el mensegger.
Abro la nevera, me apetece una chuleta con patatas pero tengo dos problemas, no se hacer una chuleta, si soy muy torpe en la cocina, y dos no tengo suficiente sal. Pienso un poco, subire a casa de Matias aunque parezca una pesada.
Ring, ring,ring,ring... deja ya de tocar Alba.
-Voy- gritan desde el otro lado de la puerta.
Abre la puerta lentamente Matias con los pantalones desabrochados, descalzo y sin camiseta... Se acerca a mi y me besa.
-Dime, estaba durmiendo- ya entiendo porque tardo en abrirme y sus pintas. Le miro de arriba a abajo y solo me falta ponerme un delantal para no mancharme la ropa con la saliva. Es precioso.
-Alba, hola-dice sonriendo.
-Perdon. Necesito sal y no se hacer una chuleta. Estoy sola en casa.-dios lo ultimo sono a indirecta clarisima.
-Espera. Pasa. No mires el desorden.-entro despacio y cierro la puerta a mi paso. Su casa es identica a la mia solo que la mia esta ordenada. En su sofa se puede ver latas de cervezas, cojines y una manta. La television esta encendida, deportes.
-Siento el desastre de salon pero claro no lo pisaba desde ayer por la mañana cuando marche a trabajar- normal estubiste conmigo todo el rato, pense.
-Gracias.- respondo cuando guarda un poco de sal en un vaso de cristal y me lo da.
-Espera aqui un segundo ¿vale?
-Vale- sale corriendo hacia lo que se supone que sera su habitacion o su armario, ya que tiene dos dormitorios igual uno es su armario.
Al rato de dos minutos, no mas, sale con ropa limpia y peinado.
-Estoy. Haber si me doy con es chuleta.
-¿Si?Gracias- me acerco y le doy un beso bandido y fugaz en la comisura de los labios.
Me coge por la cintura y me da un beso de verdad, de fugaz y bandido muy poco. Por poco cae la sal al suelo pero fue sujeta por su mano derecha y la mia.
-Vamos lenta- me pone delante de èl y me da pequeños empujones.
-¡Oye!- giro la cabeza y frunso las cejas.
-Camina, camina-sonrie y cierra la puerta.
Bajamos por las escaleras. Dice que es bueno, ejercicio. Entramos en casa, saca las chuletas y prepara un almuerzo estupendo.
-Esta todo muy rico, gracias otra vez.- doy mi ultimo bocado
-Tendras que compensarme señorita.-se me acerca sonriendo
-Cuando quieras- completo la distancia que quedaba entre ambos y le beso.
Sonreimos como dos tontos, dos estupidos, dos bobos, pero dos tontos, dos estupidos y dos bobos enamorados, enamorados uno del otro, sin importar la edad de cada uno, sin importar nada, solo importa el amor entre èl y yo. Empiezo a quererle y demasiado.

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